domingo, 28 de agosto de 2011

¿Y por qué no...?


"¿De qué sirve? Parece que mi vida se basa siempre en lo mismo, en el mismo vacío, en la misma indiferencia culposa.
El día en que nadie de los que te acompaña o sigue, deja de celebrar tus victorias y se ausenta de tus derrotas, ese día, es cuando caes ciertamente en la cuenta de que caminas solo. Es como ir alegre por un camino, silbando, imaginando que tras de ti caminan otros, pero al darte la vuelta... descubres que solo están tus huellas.

¿De qué sirve todo esto? ¿Cuál es la enseñanza de esta vida?
¿Qué te experiencia positiva se saca de una vida llena de soledad? colmada de ausencias.
Siempre puedes cuestionarte tus métodos, tu manera de ser, intentas cambiarlo todo, incluso quien (en esencia) eres tú mismo.

Pero... ¿Venderse a los demás como alguien que no es como parece ser? ¿Hay acaso algo más hipócrita? ¿algo más desesperado?.
No hay nada peor en nuestra sociedad que la necesidad. Los actos peor vistos son casi siempre perpetrados por personas que sufren necesidad: ¿estaría justificada la traición contra mí mismo en ese caso? Es la desesperación y sus posibles derivados, moneda de cambio válida en esta vida según mi situación? Me gustaría seguir pensando que no lo es...

Y cada día pasa igual que el anterior, cada día. No es justo. Te das cuenta en estos momentos que de nada sirve rezarle a nada, que Dios, si es que existe como nos lo han vendido, no está aquí, no está mirando. Aunque yo tampoco he comulgado con seres (metafísicos o no) que no me hacen caso.

Agotamiento extremo en la más pura de las indiferencias vitales, en la más oscura de las soledades sociales."

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